Sabemos que cambiar es complicado, implica incertidumbre, implica correr riesgos. Sin embargo, en un mercado cada vez más masificado, seguir haciendo “lo de siempre”, porque “siempre se ha hecho así” se convierte en la postura más arriesgada. Si correr riesgos te asusta, disponer de un sistema de gestión de la calidad en tu empresa te permite enfrentarte a ellos, para que dejen de ser un problema y se conviertan en una oportunidad de mejora.