Creación de juego como cultura preventiva

Se puede hacer otro tipo de formación (con juegos) que no sean las típicas “charlitas”…

De pequeña veía a personas dando “charlas” a empleados para puestos de trabajos, me gustaba la idea de ser yo esa persona, aunque siempre pensaba que era el jefe de la empresa y la idea fue desapareciendo, hasta que más tarde descubrí que era una profesión a la cual podía aspirar, si le sumamos que jugaba mucho a juegos de mesa y mi padre me enseñaba juegos de cartas, podemos decir que de ahí puede venir el crear este juego. Uno de los juegos preferidos no solo por mí, también por mi familia y amigos, es el “Uno”.

 También empecé a descubrir que me gustaba la informática, el tema de administración y diseño gráfico. Diseño gráfico lo aparqué puesto que mis dibujos son garabatos de niños de 4 años.

En mis últimos años de la ESO empezaron a implantar las nuevas tecnologías tic, por tanto, pude aprender a usar herramientas informáticas para edición de fotos, crear collages. También cursé cualificación profesional de informática. Al acabarlo buscaba la posibilidad de cursar un FP para poder ser prevencionista, pero solo encontraba títulos universitarios y FP privados, ahí decidí cursar Comercio y marketing o administración. A día de hoy puedo decir que pude cursar los dos y estoy por fin en el que realmente quise desde pequeñita, Prevención.

Al pedir mi profesor Antonio Montaño unas actividades sobre cultura preventiva, decidí arriesgarme con la creación de PREVENCIÓN DOCENTE. También lo decidí al conocer a Dolores Rico García, la cual animó a salir de las típicas formaciones y ser más creativos.

Este juego consiste en analizar los riesgos dentro del centro educativo y asignarles algunas medidas preventivas, aunque uno de los riesgos en vez de tener medidas tiene consecuencias. Está diseñado de forma que profesores de cualquier asignatura puedan vivenciar a sus alumnos algunos de los riesgos y medidas o consecuencias que pueden ocasionarse en los centros de enseñanzas.

Varias compañeras de clase me decían que estaba un poco loca, que eso era muy difícil, que no me iba a dar tiempo entregarlo en la fecha que exigía el profesor, … En cambio, en casa me animaban, mis amigos, mis padres, mi pareja (principalmente me lo pedía ya que es apasionado de juegos como “El virus”, “Polilla tramposa”, entre algunos más).

Principalmente opté por un juego del que pedí a una empresa que lo entregaran con caja, tablero, etc. Prácticamente igual que el actual, pero con figuritas y tableros. Me inventé el juego en 5 minutos, plantada frente al ordenador, buscando empresas donde conseguir tableros, figuras, cartas, … Debido a problemas de esa empresa no pudo ser tal como me hubiese gustado a mí que quedara el juego, y en 2 minutos, tuve que modificarlo todo para poder presentarlo en clase de forma que fuera sencillo, rápido y útil.

Prevención docente

En ese momento me di cuenta que soy una chica de recursos, que no necesitaba imprenta, ni tener formación en diseño gráfico con programas específicos.

Hice las cuentas de los compañeros que tengo en clase y dado que el juego es de 3 a 6 jugadores quería sacar 6 lotes; primero pedí ayuda a mi madre para recortar “cartas” y dijo si, en ese momento, diseñé en Word las cartas, las recorté y plastifiqué con una plastificadora pequeña para tamaño hasta A4 y mandé a mi madre recortarlas plastificadas.

Yo toda apurada de tiempo, pero empeñada en entregar el juego, no quería entregar otro tipo de ejercicio, me empeñé en ese.

Creé hasta las instrucciones del juego de manera táctica que al imprimirlo quedara bien. Con papel de regalo hice sobres para poder guardar el juego a falta de cajas.

Al acabarlo estaba desanimada por el formato del juego, pero en clase, resultó gustar.

La respuesta de mis compañeros fue buena, y motivadora, dispuestos a llevar a cabo el juego, dividimos la clase en grupos de 3 o 4 personas, expliqué las instrucciones del juego de manera que pudiera ser comprendido y fácil. Al empezar el juego, fui ayudando a los grupos a mejorar sus tácticas en el juego, de modo que todos supieran cómo hacer para ganar y no hacer ganar a los demás.

El profesor quiso parar el juego para seguir con temario y no pudo ser, mis compañeros pidieron otra ronda más, creo que eso lo dice todo sobre si gustó o no, estaban bastantes competitivos. También porque la finalidad del juego es conseguir los máximos puntos posibles en diferentes rondas a través de las cartas que le queden en las manos a los demás jugadores.

Me quedo satisfecha ya que he podido usar mis conocimientos de informática, administración, marketing, y prevención en una sola cosa, y mi diseño gráfico que será una espinita toda la vida, aunque haciendo este tipo de cosa se saca poquito a poco.

También más animada pues se con seguridad que se puede hacer otro tipo de formación (con juegos) que no sean las típicas “charlitas”, y de esta manera perder la vergüenza para el día en que sea prevencionista y tenga que dar formación no ponerme tan nerviosa pensando en si me echarán cuenta o seré aburrida pudiendo implantar variedad de tipos de formación como son este tipo de método.


Azucena Rivas Correa realiza actualmente el
curso de Técnico Superior de Prevencion de Riesgos Profesionales en el CPIFP Profesor José Luis Graiño, de Huelva, cumpliendo cumpliendo así su sueño desde pequeña, ser prevencionista.


Interesada en nuevas formas de comunicación en prevención se ha iniciado, con muy buenos resultados, en el diseño de juegos para prevenir.


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